lunes, 15 de febrero de 2010
domingo, 14 de febrero de 2010
UP IN THE AIR
No se molesten en ver esta película aquellas personas que vayan buscando acción y que les de pereza las películas que obligan a pensar.
Afortunadamente, una vez cada cierto tiempo, uno va al cine y se encuentra con algo como "Up in the Air", un filme exquisito en su sencillez, capaz de hacer reír y conmover a partes iguales, con una historia solida y creíble, tierna y cuidada, cargada de esa magia indescriptible que justifica la afición por el séptimo arte. "Up in the Air" es lo que comumente llamaríamos "un peliculón".
"Up in the Air" es un relato sobre soledad e independencia, sobre amor y decepción, sobre la cruda y hermosa realidad de las relaciones personales y el miedo al compromiso, sobre la realización individual y las falsas expectativas, todo a través de los ojos del empleado de una compañía que se dedica a hacer el trabajo sucio de las empresas que externalizan la tarea de despedir a su plantilla. Ese tipo es George Clooney, posiblemente el Clooney más empático de su carrera, que humaniza el personaje de triunfador seguro de sí mismo que tanto rédito le ha dado hasta la fecha.
El título de la producción habla de la vida en el aire de su protagonista que de tanto volar de un lado para otro por motivos profesionales -lo que le lleva a acumular millones de millas- acaba sintiéndose en casa cuando se sube a un avión, lejos de ataduras y completamente despegado de vínculos emocionales, aparentemente feliz hasta que encuentra la horma de su zapato.
Clooney está bien, al igual que Vera Farmiga, su alma mater en el filme pero es genial Anna Kendrick, quien a sus 24 años y tras dos "Twilight" a sus espaldas sobresale en comicidad ingénua. La escena en la que rompe a llorar desconsolada montando un numerito a Clooney a la entrada de un hotel es garantía de carcajada.
Desde el primer minuto los tres personajes enamoran tanto como la propia película. Up in the Air, con ese glamour de tarjeta platino y clase business, que contrasta con esas fantasmagóricas imágenes de oficinas vacías y sillas abandonadas, habla del desarraigo, del abandono de los sentimientos y de cualquier otra ligadura que nos ate al suelo, en una sociedad que fuerza a huir siempre hacia delante si se quieren alcanzar las metas que marca la ambición propia. Obligándonos a decidir qué queremos dejar atrás y qué cargar en nuestra mochila.
Afortunadamente, una vez cada cierto tiempo, uno va al cine y se encuentra con algo como "Up in the Air", un filme exquisito en su sencillez, capaz de hacer reír y conmover a partes iguales, con una historia solida y creíble, tierna y cuidada, cargada de esa magia indescriptible que justifica la afición por el séptimo arte. "Up in the Air" es lo que comumente llamaríamos "un peliculón".
"Up in the Air" es un relato sobre soledad e independencia, sobre amor y decepción, sobre la cruda y hermosa realidad de las relaciones personales y el miedo al compromiso, sobre la realización individual y las falsas expectativas, todo a través de los ojos del empleado de una compañía que se dedica a hacer el trabajo sucio de las empresas que externalizan la tarea de despedir a su plantilla. Ese tipo es George Clooney, posiblemente el Clooney más empático de su carrera, que humaniza el personaje de triunfador seguro de sí mismo que tanto rédito le ha dado hasta la fecha.
El título de la producción habla de la vida en el aire de su protagonista que de tanto volar de un lado para otro por motivos profesionales -lo que le lleva a acumular millones de millas- acaba sintiéndose en casa cuando se sube a un avión, lejos de ataduras y completamente despegado de vínculos emocionales, aparentemente feliz hasta que encuentra la horma de su zapato.
Clooney está bien, al igual que Vera Farmiga, su alma mater en el filme pero es genial Anna Kendrick, quien a sus 24 años y tras dos "Twilight" a sus espaldas sobresale en comicidad ingénua. La escena en la que rompe a llorar desconsolada montando un numerito a Clooney a la entrada de un hotel es garantía de carcajada.
Desde el primer minuto los tres personajes enamoran tanto como la propia película. Up in the Air, con ese glamour de tarjeta platino y clase business, que contrasta con esas fantasmagóricas imágenes de oficinas vacías y sillas abandonadas, habla del desarraigo, del abandono de los sentimientos y de cualquier otra ligadura que nos ate al suelo, en una sociedad que fuerza a huir siempre hacia delante si se quieren alcanzar las metas que marca la ambición propia. Obligándonos a decidir qué queremos dejar atrás y qué cargar en nuestra mochila.
2010: EL AÑO DEL TIGRE
Según el zodiaco chino, el Año de 2010 es el Año del Tigre de Oro, que comienza el 14 de febrero de 2010 y termina el 2 de febrero de 2011. El primer día del Año Nuevo lunar 2010 se celebra el día 14 de febrero, que es el Día de San Valentín, por lo que ese día Occidente lo celebra como el día de los enamorados, un día de romance. Para los chinos, es el inicio del Año del Tigre de oro. El Tigre es el tercer signo en el ciclo de chino Zodiac, que consta de 12 signos animales. Es un signo de valor. Este valiente luchador de fuego es venerado por los antiguos chinos, como el signo que ahuyenta a los tres principales catástrofes de un hogar: el fuego, los ladrones y fantasmas. En el mismo día de Año nuevo, es beneficioso celebrarlo, para ser feliz, con caras sonrientes, abstenerse del ceño fruncido, de peleas, o criticas a nadie.
El Tigre
El Tigre es una de las criaturas más hermosas del planeta, y es temido y respetado en igual medida. En muchas culturas asiáticas es considerado, como una manifestación de valentía, el poder, la pasión y la nobleza. En el Feng Shui, es uno de los cuatro animales celestiales donde toma su lugar como el Tigre Blanco. Los otros tres animales celestes son el Dragón Verde, Rojo y Negro el Phoenix y la Tortuga. El Tigre simboliza la energía Yin femenina en oposición a la energía Yang masculina del dragón. Los antiguos chinos creen que las rayas en la frente de los tigres se parecen a los caracteres chinos para ser “Wang”, o el rey.
En la China imperial, en donde el dragón era la insignia de los emperadores, el tigre era el emblema de los comandantes militares más supremos del ejército y que simbolizaban la intrepidez y la victoria. El Tigre también representa la tierra, mientras que el dragón representa el Cielo. El poder y el sigilo de las proezas del Tigre inspirar a los movimientos de arte marcial de muchos maestros de Kung Fu.
El Tigre
El Tigre es una de las criaturas más hermosas del planeta, y es temido y respetado en igual medida. En muchas culturas asiáticas es considerado, como una manifestación de valentía, el poder, la pasión y la nobleza. En el Feng Shui, es uno de los cuatro animales celestiales donde toma su lugar como el Tigre Blanco. Los otros tres animales celestes son el Dragón Verde, Rojo y Negro el Phoenix y la Tortuga. El Tigre simboliza la energía Yin femenina en oposición a la energía Yang masculina del dragón. Los antiguos chinos creen que las rayas en la frente de los tigres se parecen a los caracteres chinos para ser “Wang”, o el rey.
En la China imperial, en donde el dragón era la insignia de los emperadores, el tigre era el emblema de los comandantes militares más supremos del ejército y que simbolizaban la intrepidez y la victoria. El Tigre también representa la tierra, mientras que el dragón representa el Cielo. El poder y el sigilo de las proezas del Tigre inspirar a los movimientos de arte marcial de muchos maestros de Kung Fu.
miércoles, 10 de febrero de 2010
lunes, 8 de febrero de 2010
LECTURAS INTERESANTES 1
COMO DICE ROSA MONTERO ".....resulta enormemente complicado decir de qué manera nos educa la vida. ¿ Serías capaz de describir ahora lo que has aprendido en el último año?. Seguramente te costará bastante hacerlo, tal vez y tras reflexionar un buen rato, puedas llegar a precisar algunas experiencias adquiridas, pero en general lo que uno siente es una vaga sensación de saber más, de haber aumentado el catálogo emocional y la información almacenada en la memoria, sin que ese añadido vital pueda ser expresado en contenidos concretos.
Pensando en todo esto......el desaliento y la sospecha de que a lo mejor lo que sucede es que nunca aprendemos nada, o casi nada. Que tal vez esa mitificación de la experiencia y de la sabiduría que la vida te proporciona no sea sino una manera de endulzar la amargura de envejecer. Una mentira piadosa que nos decimos a nosotros mismos. De hecho, demasíadas veces nos sorprendemos repitiendo los mismos errores una y otra vez a lo largo de nuestra existencia.....la repetición es una característica del ser humano; sobre todo en el amor, sobre todo en las emociones....y las emociones lo atraviesan todo."
Habla Rosa Montero también de un trabajo publicado por la prestigiosa Harvard Business School sobre el aprendizaje en los negocios y la comprobación de si del fracaso se podían extraer lecciones provechosas....y resultó que, según ese estudio, fracasar en una empresa no enseñaba nada a la hora de montar otros negocios; de hecho, lo único que parecía enseñar algo era el éxito....lo cual parece bastante injusto y deprimente.
Pero hay otro estudio de la universidad inglesa de Warwick del que parece deducirse que los seres humanos sí que somos capaces de aprender. Que, contra todo pronóstico, en el crepúsculo, sin vitalidad física, sin tiempo y sin futuro, despojados ya de casi todo podemos contar con el tesoro de una cierta y esencial sabiduría........
Pensando en todo esto......el desaliento y la sospecha de que a lo mejor lo que sucede es que nunca aprendemos nada, o casi nada. Que tal vez esa mitificación de la experiencia y de la sabiduría que la vida te proporciona no sea sino una manera de endulzar la amargura de envejecer. Una mentira piadosa que nos decimos a nosotros mismos. De hecho, demasíadas veces nos sorprendemos repitiendo los mismos errores una y otra vez a lo largo de nuestra existencia.....la repetición es una característica del ser humano; sobre todo en el amor, sobre todo en las emociones....y las emociones lo atraviesan todo."
Habla Rosa Montero también de un trabajo publicado por la prestigiosa Harvard Business School sobre el aprendizaje en los negocios y la comprobación de si del fracaso se podían extraer lecciones provechosas....y resultó que, según ese estudio, fracasar en una empresa no enseñaba nada a la hora de montar otros negocios; de hecho, lo único que parecía enseñar algo era el éxito....lo cual parece bastante injusto y deprimente.
Pero hay otro estudio de la universidad inglesa de Warwick del que parece deducirse que los seres humanos sí que somos capaces de aprender. Que, contra todo pronóstico, en el crepúsculo, sin vitalidad física, sin tiempo y sin futuro, despojados ya de casi todo podemos contar con el tesoro de una cierta y esencial sabiduría........
sábado, 6 de febrero de 2010
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